Pues lo dicho. Allá que me aventuro con los chuchis, una chaquetita para cambiar y como única arma defensiva para emergencias una bolsa de Lacasitos a granel. Just in case...el escenario es una concurridísima tienda famosa por sus buenos precios y más aún en rebajas. Chuchi II va en el carrito y Chuchi I en el patinete enganchado detrás.
Nada más entrar voy directa al ascensor, y me hallo con el primer obstáculo, una fila de cuatro carritos esperando, como yo, subir y bajar a la planta infantil. Entre carrito y carrito dos señoronas parlanchinas que me pregunto si conocerán el concepto escaleramecánicanohayquemoverunmúsculosovaga. En fin...mientras espero, me percato de que empieza a hacer calor...un calor insoportable...infernal...y menda con un polar de cuello a tobillos...decido sacarles los abrigos a los chuchis y yo, por falta de percha, me lo dejo puesto. Error número uno, porque cuando por fin llega el ascensor y consigo subir, me caen los chorretes por la rabadilla y el pelo se me pega a las orejas en plan Legolas. Cuando salgo del ascensor, jauría humana. Cientos, miles de mujeres con niños, sin niños, con bebés con carros, ropa por el suelo, gritos, olores, más gritos...avanzo con paso firme mientras Chuchi II empieza a llorar porque quiere bajarse del carro...”toma hijo” le enchufo unos cuantos Lacasitos...”mamá yo tambiééén” -”toma hijo” -otro puñadito más...mientras busco la chaqueta Chuchi II empieza a subir el tono de su incipiente rabieta. Toma Lacasitos. -”Mamáá pipíí”. Toma Lacasitos. ¿Dónde narices estaba? ¿Porqué tienen la puñetera manía de tener siempre la misma ropa pero cambiarla de lugar?-”Mamáááá!” ¡Toma Lacasitos!. A Chuchi II se le han caído al suelo, por no comérselos y tenerlos en la mano esperando a que se le deshagan para luego limpiarse las manos en la falda de la señora del al lado...¡Toma, toma Lacasitos por Dios! Se avecina tormenta infantil. “Mamá pípííí! ¡Toma Lacasitos! Paso. No veo la chaqueta, me dirijo a la caja, con Chuchi II con medio cuerpo retorciéndose bajo el carro y Chuchi I desbocado -“Pípííííí!!!”. ¡”Tomad Lacasitos!”. Milagrosamente, hay tres filas para pagar y sólo dos son kilométricas... con un derrape que ríete tú de Fernando Alonso me planto en la que no hay nadie.”¿Puedo?” La chica levanta la vista, indiferente, “ahá”. Claro, debe estar acostumbrada a ver una loca enfundada en un polar de arriba abajo en un microclima tropical con niño y medio en el carro (el otro medio anda por ahí debajo) el pelo chorretoso en plan me ha lamido una vaca y doscientos cincuenta millones de Lacasitos alrededor. “Uy pero no te puedo devolver el dinero porque si no tienes la tarjeta con la que has pagado...”-”vale me da igual hazme un vale”-”Mamáááá!”. ¡Toma Lacasito!. Paroxismo. “Ay no me quedan vales, tengo que bajar...”Toma Lacasito. ¡Toma toma y toma Lacasito! El final, previsible. Servidora empapada, desquiciada, ¿me he comido el vale? sin chaqueta, niño meado, bebé hipermegaenrabietado, y Lacasitos por doquier... juro a lo Scarlett O´Hara y a Dios pongo por testigo que nunca jamás volveré con los chuchis de rebajas.
¡¡¡Jajajajajaja!!! ¡¡Sólo a ti se te ocurre irte con los peques de rebajas!!;-)
ResponderEliminarxoxo
Patricia
http://misstoptenimage.blogspot.com
Que estrés chiquilla, ya empezaba yo a sudar también, jajajajajaja.
ResponderEliminarjejejeje..¡ya te digo! ¡No me hace falta el gimnasio! Por cierto, qué casualidad, te llamas igual que mi Queridísimo!
Eliminar:)
Jaja muyyy bueno tu lo que eres es una temeraria..y valiente...a partir de ahorate sigo.
ResponderEliminarAhorita te sigo!!!
ResponderEliminarTe espero en mi blog :)
Gracias por tu comentario!
¡Sí! Finalmente empecé a usar Instagram!
Algunos de ustedes me han seguido desde que puse mi primera instantánea este verano y ellos saben que nunca he publicado con frecuencia.
Últimamente he tratado de usar un "poco más" y la respuesta a las fotos en la página de Facebook ¡ha sido positiva!
¡GRACIAS!
Si quieren seguirme en @ontomywardrobe
también estaré feliz de ver su perfil!