viernes, 22 de febrero de 2013

El refrán de la semana (4)

Holaaas,

El refrán de esta semana, sencillo, escueto y contundente,

Donde las dan, las toman.

Significado: Pues que visto lo visto, y tal y como están las cosas hay que andarse con mucho ojito con lo que uno hace o dice, porque donde las dan las toman, y el mal rollo te puede venir multiplicado por diez.

Cuándo usarlo: En mi caso las 24 horas del día, ya que ando expuesta de forma continua a ese combate eterno de pressing catch entre Chuchi I y Chuchi II. Ellos, con su requetelinda creatividad, siempre, repito, SIEMPRE, encuentran una excusa para pelearse...da igual que sus juguetes sean más idénticos que los gemelos univitelinos, o que servidora dedique horas a inventarse jueguecitos varios para compartir y compartir. Al final, acaban a ostia limpia. Y claro, cuando gana uno, el otro siempre encuentra una excusa para vengarse después. ¿Que me has quitado el coche? "pos" (pues) te arreo en la cabeza con el tricerátops; ¿que me no me dejas acabar el puzzle? "pos" te tiro Rayo Macqueen al váter; ¿que tú no me dejas el color que me gusta? "pos" te muerdo...y así en un sinvivir de "pos" y "pos tú más" que hacen que servidora acabe tirándose de los pocos pelos que le quedan y perguntándose porque no existe el Orfidal versión niños. (Vaaaale sí, hay momentos de gloria bendita en los que se abrazan, se quieren, se besa, y juegan en silencio y quietecitos, pero eso es tan raro como que Ana Mato acepte un regalo...).

Pero claro, pienso, eso no es nada comparado con Tita. Pobre Tita. He leído no sé donde que su nuera, su queridísma nuera ha vendido un cuadro por cuatro mil euros. Y es que resulta que Blanca, viva imagen del glamour, además de ser la mujer que ha enamorado hasta las trancas a su hijo, es toda una artista la muchacha. Y fíjate tú, lleva muchos años pintado y ahora ha expuesto por primera vez, vendiendo uno de sus cuadros por cuatro mil euros. Y claro, ahí está Tita, con su sonrisa eterna (¿puede esta mujer cerrar la boca o sufre de parálisis mandibular?), su estupendísima colección, su vocación al arte y su intento frustrado una y otra vez de que su hijo siga su camino, con una nuera que le ha salido rana; no sólo tira a pilingui como ella lo fue en su día, no sólo ha pegado un braguetazo como ella lo pegó con su amado Heinrich, sino que encima ahora va y pinta un cuadro. Bueno, varios. Y los vende. Uno por cuatro mil pepinos. Y tú que la odias. A muerte. Y las has puesto a parir. Tú, toda una vida dedicada a la divulgación del arte en tu país, tan lista, tan culta, tan divina, ahora te ha salido una competidora, y además pinta... Ay querida Tita, ¿y ahora qué? ¿qué será lo próximo? ¿Expondrá Blanca sus obras en el museo Thyssen cuando tu hijo herede? ¿Le comprarás un cuadro como gesto de buena voluntad y acercamiento final? ¿La invitarás al Mata Mua estás vacaciones y posarás para ella? ¿Seguirás cortándote el pelo en casa?
Tita, Tita, Tita...qué mala es la envidia, qué irónica es la vida...respira hondo mujer, sonríe un poco más (si puedes)...si es que ya lo ves, al final... donde las dan, las toman.

No hay comentarios:

Publicar un comentario